miércoles, 28 de noviembre de 2012

JESÚS Y LA HUMILDAD



Si leemos con atención los evangelios, podemos darnos cuenta, muy claramente, que en Jesús, Dios no se define por su poder, o por su fuerza, como pensaban los israelitas y como esperaban que fuera su Enviado.
En Jesús, Dios se nos ha revelado como un Dios esencialmente humilde. La humildad es uno de sus muchos atributos. Parece extraño, pero no lo es.
Esta humildad de Dios se nos hace presente de una manera radical, en el Misterio de la Encarnación: Dios toma nuestra carne y nuestra sangre, y se hace hombre como nosotros, en el vientre de una mujer virgen y pobre, en un pueblito apartado de la región de Galilea, al norte de Israel, que ni siquiera figuraba en los mapas de entonces, y que tiene que cargar con la mala fama de ser un lugar donde viven personas incultas y poco fieles a la Ley de Moisés.
Jesús es Dios que se viene a vivir a nuestro mundo, se integra en nuestra historia humana, y comparte plenamente lo que somos y lo que tenemos, incluyendo las limitaciones propias de nuestra condición. Así lo proclamaban los primeros cristianos, en uno de sus himnos, que recoge san Pablo en su Carta a los creyentes de la ciudad de Filipos, y que ha sido de gran significación para la Iglesia:
“Tengan entre ustedes los mismos sentimientos que tuvo Cristo: el cual, siendo de condición divina, no retuvo ávidamente el ser igual a Dios. Sino que se despojó a sí mismo, tomando condición de siervo, haciéndose semejante a los hombres y apareciendo en su porte como hombre; y se humilló a sí mismo, obedeciendo hasta la muerte y una muerte de cruz…” (Filipenses 2, 5-8)
 Escuche más acerca de este tema: "JESÚS Y LA HUMILDAD" a través del Programa "Momento de Restauración” este jueves 28-11 a las 6:00 PM por Radio Dinámica 1490 AM o www.radiodinamica.com.ve

    Una Producción de: benantcaproducciones y la Iglesia Evangélica Pentecostal "Fuego del Espíritu Santo", Conducción: Arelis Molina, Jenrri Molina y Benigno Canache.

No hay comentarios:

Publicar un comentario