HIMNOS PARA RECORDAR...

SANTO, SANTO, SANTO

 Autor: Reginald Heber  
Traducción: Juan B. Cabrera 

    Reginald Heber siempre estaba tratando de mejorar la música en la Iglesia Anglicana en la que servía en Hodnet, Inglaterra. A pesar de que sus superiores eran escépticos a cualquier cosa que no fueran salmos métricos, Heber introdujo himnos de Newton y Cowper y algunos himnos nuevos que él mismo compuso. Alfred Lord Tennyson quedó tan impresionado con este himno que lo consideró como el más grande del mundo.

    Después de servir diez y seis años como sacerdote en Inglaterra, Heber aceptó ser obispo de Calcuta en India, donde estaba rodeado por la adoración a dioses falsos. Heber estaba impresionado por la santidad de Dios. «Solo tú eres santo», escribió. Generalmente se canta este himno con la tonada de «Nicea», titulado de acuerdo al concilio de la iglesia celebrado en el 325 DC, que formuló el Credo de Nicea y afirmó la doctrina de la Trinidad. 

Pasajes Bíblicos relacionados: 

Apocalipsis 4: 8 -11

 HIMNO

¡Santo! ¡Santo! ¡Santo! Señor Omnipotente,
Siempre el labio mío loores te dará;
¡Santo! ¡Santo! ¡Santo! Te adoro reverente,
Dios en tres personas, bendita Trinidad.

¡Santo! ¡Santo! ¡Santo! En numeroso coro,
Santos escogidos te adoran con fervor,
De alegría llenos, y sus coronas de oro
Rinden ante el trono glorioso del Señor.

¡Santo! ¡Santo! ¡Santo! La inmensa muchedumbre,
De ángeles que cumplen tu santa voluntad,
Ante ti se postra bañada con tu lumbre,
Ante ti que has sido, que eres y serás.

¡Santo! ¡Santo! ¡Santo! Por más que estés velado,
E imposible sea tu gloria contemplar,
Santo Tú eres sólo y nada hay a tu lado,
En poder perfecto, pureza y caridad.

¡Santo! ¡Santo! ¡Santo! La gloria de tu nombre,
Vemos en tus obras, en cielo, tierra y mar.
¡Santo! ¡Santo! ¡Santo! Te adorará todo hombre
Dios en tres personas, bendita Trinidad.

Partitura:

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